lunes, 5 de abril de 2010

ella fué

Me he amputado la oreja por aquella prostituta, y ha sido totalmente en vano. Aun no logro comprender cómo pretendí que aquella brutalidad podria hacerle pensar que en realidad la amaba, en vez de ello produje su repulsión mas absoluta, un nunca más sincero por primera vez en la vida, se infirió un corte profundo en la mejilla izquierda para recordar su odio hacia mi. Ahora me hallo solo, adolorido y lo bastante ebrio para que nada de aquello me importe. la noche es un especimen lo suficientemente deforme para que alguna mujer me mire o yo me interese en percatar su presencia, de todas formas me hallo fornicando, orgulloso en el fondo mas oscuro de mi mismo. tan solo quisiera un vacio en el cual cobijarme.