martes, 16 de diciembre de 2008

caminante perpetuo
conquistó la ultima noche
las sombras de la ciudad
reciben en cantos tu pasar

su grito es la libertad
rebalsando los vasos de este bar
que corta el lamento
las cadenas de realidad

el camino de la luna
la busqueda del horizonte
aferrado al viento
maldigo la desesperanza

noche, ¿que escondes?
solo el cielo
luz y estrellas
magia incognita del universo

entre humo y licor
creció el arbol de la vida
y en él los frutos de la muerte
brotando negra sabia
en el infertil suelo

martes, 28 de octubre de 2008

mis viseras aullan ciegas de sed,

la calma en la marea agota.

¡algún atisbo de escape!

la hilera de casas, calles, gente sin forma

convocan tan solo una caminata de nostalgia,

añoro la brisa y el incógnito del cielo.

el vuelo sin alas de las hojas

anuncian que aquella luz jamás volverá.

ocaso, ¿que traes hoy para mi salvación?

tu cielo camaleónico inunda, pero no rebalsa

quizás en un rincón maltrecho

en la oscuridad ciega de aquella pestilencia

encuentre la vida y tal vez la muerte

el olvido implora,

esta caminata fría implora,

esta copa de vino será la respuesta.

viernes, 10 de octubre de 2008

la plaza


“la plaza”

Un día gris, los árboles
Pacíficamente se reunieron.
Todos cargaron en sus copas
Sabia fermentada.
La ciudad les cayó como un mazo,
Los sobrevivientes buscaron refugio
Entre sus pares.
“nuestra esperanza es permanecer juntos”
Inyectaron el flujo a sus raíces,
Profirieron cánticos invocando el viento,
Los bailes rituales pertenecen a Eolo.
Un grupo de muchachos se cobija en el carnaval,
Los sueños olvidados renacen
En el umbral de la danza arbórea.
El cerezo ríe a carcajadas
desparramando sus hojas sobre cigarros malacatozos
¿No es esta banca un oasis bendito?
Extraños pasadizos ignorados
Se concentran en este enjambre de troncos.
El viaje se muestra evidente
Saltemos a su infinita caída.

martes, 7 de octubre de 2008

viernes, 3 de octubre de 2008

black out

con que violencia nos ataca el olvido
ese momento en que la busqueda acaba
y las gotas de placer chorrean constante
hacia nuestras bocas
ese momento en que el climax busca
ser infinita eternidad
la carcajada jamás es inmortal
se sumerge en dimensiones
negras, oscuras, inertes.
ahí el tiempo bendito jamás existió
la ilusión pasajera aspiró a lo imposible.
caminamos fiambres, autómatas del instinto
el goze incoloro, insípido
solo revive en el cuento de otros
la mente propia es ajena
a sus deseos y experiencias.