merezco el dolor. la arena que abofetea el rostro.
olvidé el sin sabor de la dulzura, la misma que imaginó akk al tragar aquella sustancia, que lo indujo a contrarias pesadillas. desconocidas y aun más sagradas. penetrantes en la palabra muerte. desconocido es el porqué de esta sudoración, nerviosismo disfrazado de miedo, ventana que conduce a una borrosa oscuridad.
miércoles, 26 de agosto de 2009
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